¿Por qué he decidido evolucionar?

En Octubre de 2007, inauguré Anaga Centro Veterinario.  

¡Mi sueño!  

Mi clínica veterinaria donde podía ejercer la medicina tal y como yo la veía, con la mayor calidad, tanto humana como profesional. Porque para mí, nuestras mascotas son parte de nuestra familia.  

En mi casa actualmente convivimos con 3 gatos (Mauso, Patata y Rayo Cósmico) y una perra (Cloe). Y son mi familia.  

Sé que hay personas que esto no lo comparten, que los ven como simples animales, pero también sé que muchas otras (y esas son las personas con las que me encanta trabajar) que ven a sus perros, gatos, cobayas, conejos, pájaros, como un miembro de su familia. Que se preocupan por ellos si les pasa algo, que sufren con ellos y que se alegran cuando están bien.  

Y lo sé porque yo soy una de ellas.  

¿Sabes la frase que dice "Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti"? Pues así es como trato yo a mis pacientes.  

Y no sólo a mis pacientes, sino también a los compañeros veterinarios con los que trabajo codo con codo para hacer crecer sus clínicas.  

¿Y cómo empecé con esto? Pues como pasa muchas veces en la vida...porque yo lo necesité también.  

La ilusión con la que había montado mi clínica, poco a poco dio paso a la frustración. Yo era veterinaria y no tenía ni idea de cómo llevar una empresa. Al fin y al cabo, una clínica veterinaria es una empresa y hay muchas parcelas que para mí eran completamente desconocidas. Tal fue la frustración que llegó un momento en el que pensé seriamente en cerrar la clínica.  

Pero como a cabezota no me gana nadie, y mi clínica era mi sueño, decidí apostarlo todo y empezar a formarme con los mejores en cada área. Y así conseguir reflotar mi sueño, enamorarme del marketing, las ventas y la fidelización del cliente.  

Pero no todo se quedó en eso, empecé a ayudar a compañeros a hacer lo mismo en sus clínicas, y así fue como nació mi nueva pasión. Seguía ayudando, no solo a pacientes sino a compañeros y amigos.  

Porque ya me lo decían de pequeña...Ana lo tuyo es ayudar, mientras sigas haciéndolo disfrutarás con lo que hagas.  

Y gracias a esta nueva pasión, he podido disfrutar de maravillosos momentos con 27 compañeros en Costa Rica a los que les he metido el gusanillo del marketing dentro. Y que veo que van haciendo sus pinitos.  

Pero no sólo eso, he enseñando a más de 10 clínicas veterinarias lo mismo que yo he hecho.  

Y tampoco acaba ahí...en unas semanas... abre ESINEVET ( La Escuela Internacional de Emprendedores Veterinarios) en la que voy a compartir con todo el que quiera todo lo que he ido aprendiendo durante estos años.  

Si quieres ser uno de los que aprendan en la Escuela escríbeme un privado y hablemos.